Es un destino inusual de vacaciones: Albania. Sin embargo, su naturaleza extraordinaria, su hermoso mar y el costo de vida asequible poco a poco van ganando a los turistas. Los que viajan aquí, se llevan una verdadera sorpresa viendo esta joya en el corazón del Mediterráneo donde pueden disfrutar de sensacionales espectáculos de la naturaleza, como el Blue Eye de Albania, (en albanés “Syri i Kaltër”), unas fuentes naturales subterráneas que, al llegar a la superficie, crean un bonito lago en el medio de bosques.
Que es el Blue Eye de Albania
El Blue Eye de Albania es una fuente kárstica, situada en las laderas del monte Mali i Gjere, que, como su nombre indica, tiene un color azul increíble. Con un caudal variable y una profundidad desconocida (los buceadores lo han explorado hasta 50 metros de profundidad, pero estudios geológicos recientes han demostrado ser al menos dos veces más profundo), la fuente tiene una temperatura de 10 grados, lo que no desalienta a los más atrevidos a darse un chapuzón saltando desde la plataforma de madera construida para observar el Blue Eye. Esto aunque en el sitio no está permitido bañarse y el buceo puede, a la larga, estropear el ecosistema.
Como llegar al Blue Eye de Saranda, Albania
Es fácil llegar en coche desde Saranda: tan sólo hay que recorrer 18 km de la carretera que conecta la ciudad a Gjirokaster, haciendo un pequeño desvío. El Blue Eye se encuentra en termino municipal del pequeño pueblo de Muzinë.
Saranda se encuentra en el sur de Albania a unos 300 km de la capital Tirana y es una de las principales localidades turísticas de playa de este país, ubicada justo enfrente de la bonita isla griega de Corfú.
Para llegar a la fuente y así disfrutar de la maravilla natural que son sus tonos de colores que, desde el corazón azul oscuro pasan a uno más claro en las orillas, llegando a una sombra de color aguamarina, hay que aparcar el coche en la bifurcación marcada a lo largo de la carretera y, desde aquí, caminar unos 2 km. Sumergirse en la naturaleza de estos bosques ya es una experiencia merecedora del viaje. Rodeada de robles, la fuente es sobrevolada por mariposas y libélulas azules y tiene la capacidad de encantar todo aquel que decida visitarla.
Alrededor del Blue Eye de Albania se puede hacer picnics, comer en el bar-restaurante que ofrece platos típicos albaneses, sino también alquilar uno de los bungalows espartanos con vistas al Blue Eye, ideales para una estancia en plena naturaleza, así como un lugar perfecto para sesiones de yoga y meditación.
Hay además numerosas rutas que, a partir de la fuente, se adentran en la vegetación, llegando a otros manantiales, donde el agua brota de grietas entre rocas o pequeñas cuevas. Esta región es un verdadero paraíso de la naturaleza hecho de paz y tranquilidad, a pocos kilómetros del bullicio de la Costa Albanesa.
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